Los abogados de Larson | Albert LLP tienen la experiencia para luchar y ganar los casos de los clientes perjudicados por productos defectuosos.
Un fabricante tiene el deber ante un consumidor o usuario de su producto de proporcionar un producto que sea seguro y libre de defectos. Además de los fabricantes, cualquier otra persona identificada como una parte integral de la producción y comercialización de la empresa en general también puede ser considerado responsable. No sólo un fabricante, sino también un distribuidor o minorista puede ser considerado responsable por agravio, y la obligación de pagar daños y perjuicios sustanciales, si un defecto en la fabricación o el diseño de su producto causa un grave perjuicio, mientras que el producto está siendo utilizado de una manera razonable. Así lo estipula desde hace mucho tiempo la Ley del Estado de California.
Por lo general, la responsabilidad por los daños o defectos del producto se divide en tres categorías: defectos de fabricación, defectos de diseño y defectos de advertencia, es decir las advertencias inadecuadas o fallos al advertir sobre el producto. El propósito de establecer dicha responsabilidad es asegurar que los costos de las lesiones derivadas de los productos defectuosos corran a cargo de los fabricantes que ponen este tipo de productos en el mercado y no de las personas heridas que son incapaces de protegerse a sí mismos.
En resumen, un demandante debe poder demostrar que él o ella se lesionó mientras el producto estaba siendo utilizado de una manera prevista y razonable. Una vez que se cumple este fase, la carga de la prueba recae en el fabricante para demostrar que la lesión del demandante se debió a un mal uso del producto, es decir para demostrar que el demandante no utilizó el producto de la manera que se supone que debe ser utilizado. Un defecto de fabricación o de producción se puede mostrar cuando un producto varia sustancialmente del resultado previsto del fabricante o de otras unidades idénticas de la misma línea de productos.
Sin embargo, incluso un producto que ha sido diseñado y producido sin problemas puede plantear un riesgo sustancial de daño al usuario sin una advertencia adecuada sobre los peligros asociados con el producto. Los fabricantes tienen la obligación de advertir a los consumidores sobre los riesgos inherentes a sus productos, para que los consumidores estén informados acerca de los peligros o defectos de los que pueden no estar conscientes. Este tipo de advertencias son necesarias para que el consumidor pueda tomar una decisión informada sobre si se abstiene de utilizar el producto por completo o utilizarlo de manera cuidadosa para evitar el peligro. El deber de un fabricante para advertir constituye un deber permanente que dura siempre y cuando el producto se mantenga en uso. En los casos de drogas defectuosas, por ejemplo, el fabricante debe continuar proporcionando a los médicos advertencias sobre el medicamento, siempre que el fabricante siga elaborando y distribuyendo la medicina.
El acusado de fabricar un producto defectuoso es legalmente responsable de todos los daños y de indemnizar a las víctimas por los daños causados. Estos daños incluyen daños relativos a pasados y futuros salarios perdidos, el pasado y futuro tratamiento médico, y la rehabilitación profesional para devolver al trabajador lesionado a un empleo remunerado, además de todos los daños generales que se deriven.
Si usted o algún conocido ha sido lesionado o ha muerto a causa de un producto defectuoso, o una falla en advertir sobre el potencial peligro de un producto, usted necesita un abogado con la experiencia y determinación necesaria para luchar y ganar su caso contra grandes corporaciones. Debido a que los casos de productos defectuosos a menudo involucran múltiples víctimas, es fundamental contar con un abogado con experiencia y recursos necesarios para poder llevar el caso. Los abogados de Larson | Albert LLP cuentan con los recursos, experiencia y dedicación para lograr la justicia en los mejores términos posibles para las víctimas de productos defectuosos. Llámenos o envíenos un correo electrónico hoy.
Un fabricante tiene el deber ante un consumidor o usuario de su producto de proporcionar un producto que sea seguro y libre de defectos. Además de los fabricantes, cualquier otra persona identificada como una parte integral de la producción y comercialización de la empresa en general también puede ser considerado responsable. No sólo un fabricante, sino también un distribuidor o minorista puede ser considerado responsable por agravio, y la obligación de pagar daños y perjuicios sustanciales, si un defecto en la fabricación o el diseño de su producto causa un grave perjuicio, mientras que el producto está siendo utilizado de una manera razonable. Así lo estipula desde hace mucho tiempo la Ley del Estado de California.
Por lo general, la responsabilidad por los daños o defectos del producto se divide en tres categorías: defectos de fabricación, defectos de diseño y defectos de advertencia, es decir las advertencias inadecuadas o fallos al advertir sobre el producto. El propósito de establecer dicha responsabilidad es asegurar que los costos de las lesiones derivadas de los productos defectuosos corran a cargo de los fabricantes que ponen este tipo de productos en el mercado y no de las personas heridas que son incapaces de protegerse a sí mismos.
En resumen, un demandante debe poder demostrar que él o ella se lesionó mientras el producto estaba siendo utilizado de una manera prevista y razonable. Una vez que se cumple este fase, la carga de la prueba recae en el fabricante para demostrar que la lesión del demandante se debió a un mal uso del producto, es decir para demostrar que el demandante no utilizó el producto de la manera que se supone que debe ser utilizado. Un defecto de fabricación o de producción se puede mostrar cuando un producto varia sustancialmente del resultado previsto del fabricante o de otras unidades idénticas de la misma línea de productos.
Sin embargo, incluso un producto que ha sido diseñado y producido sin problemas puede plantear un riesgo sustancial de daño al usuario sin una advertencia adecuada sobre los peligros asociados con el producto. Los fabricantes tienen la obligación de advertir a los consumidores sobre los riesgos inherentes a sus productos, para que los consumidores estén informados acerca de los peligros o defectos de los que pueden no estar conscientes. Este tipo de advertencias son necesarias para que el consumidor pueda tomar una decisión informada sobre si se abstiene de utilizar el producto por completo o utilizarlo de manera cuidadosa para evitar el peligro. El deber de un fabricante para advertir constituye un deber permanente que dura siempre y cuando el producto se mantenga en uso. En los casos de drogas defectuosas, por ejemplo, el fabricante debe continuar proporcionando a los médicos advertencias sobre el medicamento, siempre que el fabricante siga elaborando y distribuyendo la medicina.
El acusado de fabricar un producto defectuoso es legalmente responsable de todos los daños y de indemnizar a las víctimas por los daños causados. Estos daños incluyen daños relativos a pasados y futuros salarios perdidos, el pasado y futuro tratamiento médico, y la rehabilitación profesional para devolver al trabajador lesionado a un empleo remunerado, además de todos los daños generales que se deriven.
Si usted o algún conocido ha sido lesionado o ha muerto a causa de un producto defectuoso, o una falla en advertir sobre el potencial peligro de un producto, usted necesita un abogado con la experiencia y determinación necesaria para luchar y ganar su caso contra grandes corporaciones. Debido a que los casos de productos defectuosos a menudo involucran múltiples víctimas, es fundamental contar con un abogado con experiencia y recursos necesarios para poder llevar el caso. Los abogados de Larson | Albert LLP cuentan con los recursos, experiencia y dedicación para lograr la justicia en los mejores términos posibles para las víctimas de productos defectuosos. Llámenos o envíenos un correo electrónico hoy.
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